Farmaco para Parkinson
El estudio aborda el proceso de biotransformación que experimentan los fármacos una vez ingresan al organismo. Además de cumplir su función terapéutica, estos productos se transforman bioquímicamente a través de la maquinaria metabólica del cuerpo, facilitando así su eliminación. La desaparición gradual del fármaco da lugar a metabolitos que pueden mostrar una actividad biológica diferente a la del fármaco original, coexistiendo en el organismo y generando efectos distintos.
En particular, el Rucaparib, utilizado en la quimioterapia de cáncer de ovario, mama y próstata, y su metabolito, la molécula M324, fueron objeto de análisis. Los científicos demostraron que estos dos componentes actúan de manera sinérgica en algunas líneas celulares de cáncer de próstata. Lo más destacado del estudio es la sorprendente capacidad del M324 para reducir la acumulación de la proteína α-sinucleína, un componente clave de los cuerpos de Lewy, en neuronas derivadas de pacientes con Parkinson.
El M324 exhibe un potencial terapéutico único al disminuir la acumulación anormal de α-sinucleína en neuronas provenientes de células madre de pacientes con Parkinson, lo que sugiere su aplicación farmacológica para tratar esta enfermedad neurodegenerativa caracterizada por la falta de producción de dopamina en las neuronas.
Este descubrimiento no solo resalta el caso específico, sino que también señala una nueva perspectiva en farmacología al considerar el metabolismo de los fármacos no como un proceso perjudicial que elimina la molécula terapéutica, sino como un aspecto con potenciales ventajas terapéuticas. Los investigadores subrayan la importancia de caracterizar la actividad de los metabolitos de los fármacos para comprender integralmente su respuesta clínica y aplicar estos conocimientos en la medicina de precisión.
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