Robot Phoenix
Después de la fascinante exhibición de los Tesla Bots, capaces de caminar y manipular objetos, llega el turno de Sanctuary AI, la empresa canadiense que ha desvelado su última creación: Phoenix, un robot humanoide de sexta generación que busca alcanzar "la primera inteligencia similar a la humana en robots de propósito general (GPR)". ¿Puedes imaginar un futuro donde estos seres artificiales realicen tareas humanas con una destreza sorprendente?
Aunque algunos puedan cuestionar la eficiencia de la forma humanoide en diversos trabajos, estas máquinas están diseñadas para emular una amplia gama de funciones humanas. Desde imitar expresiones faciales hasta ejecutar tareas complejas, empresas como Figure, OpenAI, y Sanctuary AI están apostando por este enfoque. ¿La razón? Nuestros entornos y herramientas laborales están adaptados para los humanos, y estos robots buscan integrarse perfectamente en ese mundo.
Si bien las primeras versiones de los humanoides pueden parecer lentas y torpes en comparación con los espectaculares robots de Boston Dynamics, la implementación de nuevas tecnologías, como la plataforma cognitiva Carbon de Sanctuary, promete cambiar drásticamente el juego. Esta arquitectura incorpora aprendizaje pilotado y una IA avanzada para interactuar en lenguaje natural, similar a las capacidades de ChatGPT o Bard.
Pero eso no es todo. Sanctuary no es nuevo en este juego. Con una financiación cercana a los 100 millones de euros, ya han puesto a prueba versiones anteriores de sus humanoides. Un robot similar realizó con éxito 110 tareas humanas en una tienda, demostrando habilidades desde recoger hasta etiquetar. Ahora, con Phoenix, han llevado la experiencia a un nuevo nivel: 170 cm de altura, 70 kg de peso, y una velocidad máxima de 4,8 km/h, ¡este androide promete cambiar nuestras expectativas!
El secreto de estos robots de propósito general radica en su capacidad para imitar las habilidades humanas, no solo físicas, sino también cognitivas. Sanctuary ha estado trabajando incansablemente en su software, basándose en la experiencia previa de sus fundadores en Kindred, pionera de la telepresencia. Utilizando tecnología de realidad virtual, un operador humano puede controlar cada movimiento del robot, permitiéndole aprender y mejorar continuamente.
Aunque el sueño de reemplazar trabajadores humanos aún está lejos, Sanctuary ha dotado a su software de una flexibilidad impresionante. La plataforma Carbon imita subsistemas del cerebro humano, permitiendo que Phoenix piense y actúe de manera similar a una persona. Aunque el desafío de alcanzar objetivos físicos sigue siendo complejo, ¡el futuro de la inteligencia artificial se vislumbra emocionante con estos increíbles avances!
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