Los aerogeneradores de Vortex sacan partido de la energía del viento, pero desde una aproximación totalmente diferente a los molinos. En lugar de las aspas, lo que gira al son del viento es su mástil.
Según explica Piñero, el viento suele hacer ondas al soplar (de ahí que veamos a las banderas ondear y 'dibujar' formas en el aire). «Cuando el aire o el agua pasan por una estructura circular, se crean vórtices en el recorrido. Cuando la frecuencia de aparición de estos coincide con la frecuencia de resonancia de la estructura, ésta comienza a absorber la energía», detalla.
Con una serie de procesos físicos más complejos, Vortex es capaz de haber conseguido unas eficiencias de conversión de energía cinética del aire muy altas. En este punto, cabe señalar que el límite del vórtice está en el 40%. A partir de ese momento, los aerogeneradores se paran. Por hacernos una idea, los molinos de siempre, hoy en día, llegan a un tasa de 49. "Nosotros estamos aun lejos de conseguir esas eficiencias tan perfectas, y es la consecuencia de que la eólica tradicional lleve 60-80 años de perfeccionamiento donde nosotros llevamos 10", Estos aerogeneradores son de dimensiones mucho más reducidas que los tradicionales molinos. Eso, unido a que no tienen aspas, les permite poder instalarlos en zonas de dimensiones más reducidas.
Según la compañía, el movimiento que generan estos aerogeneradores es inofensivo (aseguran que, cuanto más grande es el dispositivo, más lento oscila). Además, detallan que son huecos y que el ruido que producen está prácticamente igual del umbral del propio viento. Como no gira, sino que oscila, esto es posible.
Estas características hacen que permitan ser colocados en zonas urbanas o incluso protegidas. Además, según la empresa, interfieren menos con las señales de radio que otras alternativas de energía renovable, por lo que pueden ser colocados en aeropuertos o espacios militares.
Otro de sus puntos fuertes es que no necesitan engranajes para funcionar. «Tienen una barra de fibra de carbono que puede estar oscilando durante varios años seguidos sin que deba ser reemplazada. Y, al no haber partes móviles, no necesita aceite ni cambiar engranajes o cajas de cambio», detalla Piñero.
En cuanto a la capacidad generadora de estos dispositivos, Vortex facilita que los más pequeños, de unos 3 metros de altura, pueden proporcionar hasta 100 watios de potencia, aunque esto último puede variar en función de las condiciones del clima del momento, del entorno en el que esté ubicado,
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