Este nuevo descubrimiento ha provocado todo tipo de reacciones en la comunidad conspirativa. Aseguran en el interior de la misteriosa cámara hay, sin duda alguna, los restos de seres extraterrestres, y los arqueólogos ya lo saben.

Es más, los misteriosos esqueletos de individuos con deformación craneal podrían desafiar la perspectiva actual del árbol evolutivo de la humanidad.

Y se basan principalmente en los cráneos alargados de la cultura Paraca, Perú, que son un 25 % más grandes y un 60 % más pesados ​​que los cráneos humanos normales, por lo que es completamente imposible que fueran modificados a través del aplanado de cabeza. También son estructuralmente diferentes y solo tienen una placa parietal a diferencia de las dos que normalmente se encuentran en los cráneos humanos.

Y a esto le debemos sumar el hecho de que muchas estructuras de Teotihuacán muestran daños provocados por un gran incendio que tuvo su origen en una sola ubicación. La teoría es que fue el resultado de una explosión, posiblemente por el mal uso de energía. Además, dicha explosión podría estar vinculada a una planta de energía electromagnética o una nave espacial. Pero habrá que esperar a que los arqueólogos acceden a la cámara secreta, aunque lo más probable es que, como siempre, acaben ocultando un descubrimiento que podría cambiar la historia de la humanidad.

¿Estamos ante la evidencia definitiva de qué civilizaciones extraterrestres fueron los impulsores de la humanidad? 

 UBTECH Robotics, ha presentado Walker X, la última versión de su innovador robot humanoide bípedo. El  robot Walker x puede ser utilizado para diferentes tareas domésticas y se puede conectar con ‘smart home’, para  automatizar una vivienda.

La forma que tiene Walker X imita el cuerpo humano, con manos de cinco dedos, piernas y una cabeza impulsada por 41 servomotores. El robot puede subir y bajar las escaleras, caminar precisamente y conseguir movimiento estable en cualquier superficie.

Puede apretar y agarrar objetos e incluso realizar acciones que típicamente son difíciles para los robots, como desenroscar la tapa de una botella.

Walker X se comunica con las personas de tres maneras: a través de voz, con la ayuda de expresiones faciales, donde la pantalla grande, instalada en la cabeza del robot, puede simular 28 tipos de emociones; y por medio de mensajes de texto.