vacuna contra el cáncer: está más cerca de lo que pensabas
Así funciona la tecnología ARN-Mensajero
Gracias a ello, nuestro sistema inmune reconoce que esta proteína no debería estar en nuestro cuerpo y comienza a producir tanto anticuerpos como linfocitos T para impedir que la COVID-19 se reproduzca por nuestro cuerpo. Con el cáncer pasaría algo semejante, tal y como han explicado los investigadores. Tras verificar el buen hacer de esta técnica a la hora de hacer frente al coronavirus, los investigadores aseguran que podrían utilizarla nuevamente para entrenar a nuestro cuerpo de cara a una futura lucha contra el cáncer.
En lugar de llevar un código que identifique el virus, la vacuna contendría una serie de instrucciones genéticas dirigidas a los antígenos del cáncer, las proteínas que salpican las superficies de las células tumorales. Después de enseñarles a atacar a las distintas células cancerosas de nuestro organismo, este se encargaría de eliminarlas sin dejar ningún tipo de rastro. Tal y como explican los fundadores de BioNTech, la firma alemana ya estaba trabajando en vacunas contra el cáncer del tipo ARN-Mensajero desde antes de la pandemia. Sin embargo, la empresa de biotecnología decidió aliarse con Pfizer para hacer frente a la COVID-19 y sacar al mercado una de las vacunas más efectivas contra el famoso coronavirus. Tras el éxito de estas vacunas, Türeci reconoce que el camino hacia la primera vacuna contra el cáncer se ha acortado.
El reto para la primera vacuna contra el cáncer
Según cuentan los fundadores de BioNTech, el objetivo inicial pasa por desarrollar tratamientos para el cáncer de colon, el melanoma y otros tipos de cáncer. Sin embargo, reconocen que todavía quedan obstáculos importantes por delante. Todo ello debido a que las células cancerosas que forman los tumores pueden estar salpicadas de una amplia variedad de proteínas diferentes. En declaraciones a la BBC, Şahin y Türeci reconocen que esto dificulta mucho las cosas porque tienen que encontrar la manera de que la vacuna se dirija a todas la células cancerosas y no a los tejidos sanos.
No obstante, la experiencia desarrollando la vacuna contra la COVID-19 les ha ayudado comprender mejor de qué manera responde el sistema inmunitario de las personas al ARNm. A pesar de que se han aventurado a decir que tendremos una vacuna lista antes de 2030, Türeci se ha mostrado cautelosa para posteriormente reconocer que seguirán trabajando hasta dar con la solución: "Como científicos, siempre dudamos en decir que tendremos una cura para el cáncer. Tenemos una serie de avances y continuaremos trabajando en ellos".
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